Por si no te has enterado los obispos de la provincia eclesiástica de Mérida-Badajoz y el administrador diocesano de la diócesis de Coria-Cáceres te mandaron ayer un mensaje. Bueno, a ti solo no; la verdad es que se lo han mandado a todos los fieles de las tres diócesis extremeñas pero aún así creemos que es importante que lo conozcas.
Por eso te contamos a continuación los puntos principales del mensaje y te dejamos un enlace al documento para que puedas conocer todo lo que nuestros obispos quieren decirte.
Esto dicen los obispos
En primer lugar explican el motivo de su mensaje y te invitan a vivir el momento presente desde la responsabilidad social y eclesial. Para ello te dan unas cuantas recomendaciones
Somos vulnerables
La Covid-19 nos ha recordado lo vulnerables que somos, pero esta vulnerabilidad asumida con madurez humana y cristiana puede hacernos vivir estos momentos con fortaleza interior y plenitud de sentido.
Ojalá puedas decir como el apóstol San Pablo: “cuando (reconozco que) soy débil, entonces soy fuerte” (2Corintios 12,10).
La comunidad cristiana, casa de comunión y solidaridad
No podemos vivir solos. Somos hermanos y estamos hechos para el encuentro y la comunión. Los obispos te lo recuerdan, y destacan cómo en las comunidades cristianas se puede crear una «cultura del encuentro».
También se muestran agradecidos por todas las iniciativas solidarias que se realizaron y se siguen realizando (y que tú apoyas o puedes apoyar con tu tiempo, tu dinero, tu oración…).
Volver a las iglesias con alegría
Continúan los obispos invitándote a que vuelvas a participar en la eucaristía y en los sacramentos. -si ya lo haces, procura que otros cristianos que conozcas participen-. Animan a redoblar los esfuerzos para crear espacios seguros, serenos y fraternos para las celebraciones litúrgicas y las actividades pastorales, dan las gracias a todos por el trabajo realizado y por cumplir las normas de seguridad, esas que tú ya sabes y que cumples tan bien (distancia de seguridad, mascarilla, lavado de manos, desinfección…) y manifiestan el deseo de que nuestras comunidades sean oasis de misericordia.
Comportarse con responsabilidad
Las medidas de seguridad, la distancia social, supone un alto grado de responsabilidad, pues esa distancia no supone ruptura o separación sino, más bien, respeto y consideración al otro, de cuya salud y bienestar has de sentirte responsable. Este cuidado termina siendo una forma exquisita de caridad.
Y no se te debe olvidar que tan importante como la salud física es la salud espiritual. Cuídate tú para poder cuidar a tu hermano.
Vivir la esperanza
Aunque pareciera que la situación que vives te mueve a lo contrario, es el momento de la esperanza, de la creatividad, de buscar, entre todos, caminos audaces para revitalizar la tarea evangelizadora. Y por si acaso lanzan los obispos un «aviso a navegantes» citando un párrafo de la nueva encíclica del Papa Francisco, Fratelli Tutti.
La mirada de la fe: una realidad nueva
Terminan los obispos diciéndote que no mires atrás, la mirada del cristiano es hacia delante, con la confianza puesta en Dios, que lo hace todo nuevo porque creemos que “para los que aman a Dios todo les sirve para el bien” (Romanos 8, 28), hasta el punto de que esperamos el “milagro” de que un virus tan inhumano termine por servirnos para ser más humanos y más hermanos.
Que la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura, «vida y dulzura, esperanza nuestra» interceda por ti y por todos.
Esperamos que después de haber leído este resumen te animes a leer el documento completo. Son apenas 6 páginas con letra grande. No te llevará mucho tiempo, te lo prometemos.