Te ofrecemos los textos para la oración ante el Santísimo de este miércoles. Únete en el templo -respetando las medidas de seguridad- utilizando tu móvil o desde tu casa. También puedes aprovechar cualquier otro momento. Si lo prefieres puedes descargar el archivo PDF.
Canto
Juntos como hermanos,
miembros de una iglesia,
vamos caminando
al encuentro del Señor.
Un largo caminar
por el desierto bajo el sol
no podemos avanzar
sin la ayuda del Señor.
Unidos al rezar, unidos
en una canción
viviremos nuestra fe
con la ayuda del Señor.
Himno
Como una ofrenda de la tarde,
elevamos nuestra oración;
con el alzar de nuestras manos,
levantamos el corazón.
Al declinar la luz del día,
que recibimos como don,
con las alas de la plegaria,
levantamos el corazón.
Haz que la senda de la vida
la recorramos con amor
y, a cada paso del camino,
levantemos el corazón.
Cuando sembramos de esperanza,
cuando regamos con dolor,
con las gavillas en las manos,
levantemos el corazón.
Gloria a Dios Padre, que nos hizo,
gloria a Dios Hijo Salvador,
gloria al Espíritu divino:
tres Personas y un solo Dios.
Amén.
Liturgia de las Horas
Salmo (Salmo 146)
Alabad al Señor,
que sana los corazones destrozados
CORO 1
Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel.
CORO 2
Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.
TODOS
Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados.
Evangelio (Mc 1,29-39)
En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron:
—«Todo el mundo te busca».
Él les respondió:
—«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.
Texto
SÁLVAME, SEÑOR
Del dolor y de la enfermedad.
Del sufrimiento y del pesimismo.
SÁLVAME, SEÑOR
Del cansancio y de la angustia.
De la tristeza y del desencanto.
SÁLVAME, SEÑOR
De la maldad y del rencor.
Del fracaso y de las caídas.
SÁLVAME, SEÑOR
Del pecado y de la debilidad.
De la muerte y de las lágrimas.
SÁLVAME, SEÑOR
De la impaciencia y las prisas.
Del quererlo todo sin hacer nada.
SÁLVAME, SEÑOR
Letanías
- Bendito sea Dios
- Bendito sea su santo nombre.
- Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
- Bendito sea el nombre de Jesús.
- Bendito sea su sacratísimo corazón.
- Bendita sea su preciosísima sangre.
- Bendito sea Jesús en el santísimo sacramento del altar.
- Bendito sea el Espíritu Santo consolador.
- Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
- Bendita sea su santa e inmaculada concepción.
- Bendita sea su gloriosa asunción.
- Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
- Bendito sea san José, su castísimo esposo.
- Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.